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Baneficios Natación Para Niños

Natación Baby e Infantil ...

Sus Beneficios

La natación es un deporte muy completo que involucra todos los grupos musculares. Se puede practicar desde los primeros meses de vida, estimulando el reflejo glótico e iniciándose en el aprendizaje a los 3 años. En niños y adolescentes, este ejercicio fundamentalmente aeróbico y practicado regularmente, supone por una parte ocio y por otra una reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.

El medio acuático es el espacio físico más completo que existe para el desarrollo de las aptitudes físicas, psíquicas y neurológicas.


¿Cuáles son los principales beneficios que podemos obtener con su práctica?

El agua es el medio natural durante la gestación por lo que el contacto con el agua sirve como método de estimulación temprana para los bebés.

Mejora la psicomotricidad. El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos.

Mejora la flexibilidad, coordinación, agilidad, velocidad y fuerza muscular.

Todos los músculos se activan armoniosamente, ya que la ausencia de gravedad permite desarrollar cualquier ejercicio o juego con mayor agilidad.

Ni las articulaciones ni el esqueleto se ven sometidos al estrés producido por pesos que el niño no está en condiciones de soportar.

El desarrollo del tono muscular mejora el equilibrio y el movimiento del niño.

El niño aprende a respirar correctamente reforzando el corazón y los pulmones.

En el agua activamos la respiración abdominal, es decir, aquélla que hincha el abdomen y pone en movimiento el diafragma, músculo que transmite el ritmo adecuado a los pulmones.

El ejercicio en el agua ayuda al dominio de la respiración y al fortalecimiento del sistema cardio torácico.

La acción producida por el agua en la piel estimula y activa la circulación, porque contrae y dilata los vasos sanguíneos a un ritmo correcto.

Ayuda al sistema inmunológico.

Aumenta el apetito y ayuda a fomentar la relajación y el sueño.

Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia. Un ejemplo de ello es el aprender a girarse sobre su espalda y flotar ante una caída al agua.

Realizar un programa acuático para un bebe, mejora y fortalece la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá.

La convivencia en la piscina con otros niños le ayudarán a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas.

Saber nadar puede favorecer la socialización y la solidaridad; tener nociones de salvamento y poder ayudar en una situación real es un valor agregado en el aprendizaje.

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